Vanesa de Lucio, periodista de Deportes Cuatro, relató en Twitter un suceso que se ha terminado convirtiendo en un fenómeno viral. Se trata de la historia de una profesora de la escuela de infantil pública, se ha visto obligada a cambiar su puesto de trabajo. A abandonar su vocación, para empezar a trabajar en un supermercado.
“Entre lágrimas y con un disgusto inconsolable, me confesó que no le queda más remedio que dejar el trabajo. Recibe un salario de 880 euros netos al mes (837€ base + 43€ de complemento). Para sobrevivir, lo complementa con varias horas cada tarde en una cadena de supermercados”, contó De Lucio.
Como ya no voy a coincidir con ella a final de mes, ayer me despedí de la profesora de la ESCUELA INFANTIL PÚBLICA de mi hija para desearle feliz verano. Mi sorpresa fue que resultó ser una despedida para siempre…
ABRO HILO 🙁
— Vanesa de Lucio (@vanesadelucio) June 22, 2019
La cuestión es que el supermercado le ha ofrecido un contrato a jornada completa, en el que percibirá 1.320 euros. Es decir, más de 500 de los que recibe por su trabajo como maestra.
“Renuncia a su vocación, a lo que le gusta y a lo que hace de maravilla porque, literalmente, no puede vivir de su trabajo”, resumió la periodista, que finalizó con una reflexión que ha removido conciencias.
Entre lágrimas y con un disgusto inconsolable, me confesó que no le queda más remedio que dejar el trabajo. Recibe un salario de 880 euros netos al mes (837€ base + 43€ de complemento). Para sobrevivir, lo complementa con varias horas cada tarde en una cadena de supermercados.
— Vanesa de Lucio (@vanesadelucio) June 22, 2019
El supermercado le ha ofrecido un puesto a jornada completa… y tras mucho pensarlo, lo ha aceptado. No seguirá el curso que viene. Allí le pagarán 1.320€. Renuncia a su vocación, a lo que le gusta y a lo que hace de maravilla porque, literalmente, no puede vivir de su trabajo.
— Vanesa de Lucio (@vanesadelucio) 22 de junio de 2019
Quien tenga hijos/nietos conoce de sobra la labor que hacen las Educadoras Infantiles. Quienes no, deben saber que no son “cuidadoras”. Que tienen una programación, que se dejan la piel. Que llevan hasta material desde casa. Que nos dan informes de todo lo que aprenden…
— Vanesa de Lucio (@vanesadelucio) 22 de junio de 2019
…que enseñan, imparten inglés, limpian, trabajan la motricidad, alimentan, fomentan su autonomía y su curiosidad, secan lágrimas, apoyan, cantan, consuelan… HACEN DE TODO
— Vanesa de Lucio (@vanesadelucio) 22 de junio de 2019
…y lo hacen desde que entran por la puerta a las 07:00 de la mañana para dar desayunos, y siguen con la misma sonrisa cuando llegas a las 17:00 y están con la merienda. La espalda molida de agacharte y coger todos los días varias veces a 14 críos. Se curran lo indecible.
— Vanesa de Lucio (@vanesadelucio) 22 de junio de 2019
Lleva todo el curso pensándolo. Lo decidía. Luego entraba al aula y la sonrisa de los niños posponía un mes más la decisión. “probé una excedencia de dos meses en el supermercado para ver si podía sobrevivir solo con el sueldo de la Escuela…” Imposible.
— Vanesa de Lucio (@vanesadelucio) 22 de junio de 2019
“Si solo fuera un poquito más de dinero…” se lamentaba. Y no sé si me encogía más el corazón que se tenga que marchar o que hayamos llegado a semejante nivel de resignación.
— Vanesa de Lucio (@vanesadelucio) 22 de junio de 2019
Llevo desde ayer sin quitármelo de la cabeza. Sus lágrimas. Su inconsolable tristeza. Su decisión obligada. Mi hija perderá a una profesional preparada, que estudió y se formó para serlo. A la que los niños adoran. A la que el sistema no valora.
— Vanesa de Lucio (@vanesadelucio) 22 de junio de 2019
Una profesional frustrada que no pueden dedicarse a su trabajo. Porque con 880 euros no se puede llenar el depósito, comer y pagar el alquiler. No se puede ni sobrevivir. ¿Aspirar a comprarse un piso, irte de vacaciones…?
— Vanesa de Lucio (@vanesadelucio) 22 de junio de 2019
Se me cae el puto alma a los pies. Se me ocurren pocas profesiones donde haya tanta responsabilidad y tan poco reconocimiento. Les dejamos a NUESTROS BEBÉS en una etapa crucial. Que te vayas a trabajar sabiendo que están en las mejores manos es impagable. Pero…
— Vanesa de Lucio (@vanesadelucio) 22 de junio de 2019
…el último convenio de Educación Infantil (firmado hace un mes pese al rechazo general del colectivo) ha subido un 5% un sueldo que llevaba 7 años congelado. El 80% de ellas seguirá sin llegar a los 1.000 euros en 2020. Siguen condenadas a la PRECARIEDAD.
— Vanesa de Lucio (@vanesadelucio) 22 de junio de 2019
Como no le he pedido permiso para contarlo, ni hablo por ella ni doy su nombre… Solo quiero denunciar una situación que me parece INTOLERABLE. Desahogarme. No puedo tener más rabia y más tristeza.
— Vanesa de Lucio (@vanesadelucio) 22 de junio de 2019
¿En qué país de mierda vivimos para que una persona que educa, alimenta e instruye a nuestros hijos merezca ese sueldo? ¿Qué sociedad tenemos para que se pague más al que repone los yogures que al que tiene la responsabilidad de cuidar a nuestros hijos…?
— Vanesa de Lucio (@vanesadelucio) 22 de junio de 2019
¿Qué os parece a vosotros?